La inmensa mayoría de las canciones que se han compuesto desde que existe la música se han creado con dos sonoridades: el modo mayor (jónico) y el modo menor (eólico). Pero existen más, y con ellas se han compuesto, a lo largo de la historia, infinidad de melodías y canciones. En este artículo vamos a comprender —y a aprender a utilizar— una de mis preferidas: vamos a descubrir los misterios de la sonoridad del modo dórico para componer lo que nos apetezca.
Pero… En primer lugar… ¿Qué es esto de los modos? ¿Son sólo escalas? ¿Se diferencian en algo?
Tranquilidad, que hay tiempo para todo. Y, como reza el dicho: «Quien no tiene tiempo, tiene excusas» 😏
La clave, como veremos, es el centro o foco tonal: la escala que surge de ese centro —más todos los acordes que extraemos de ella— se denomina modo. Por tanto, según la escala que elijamos para componer nuestra canción o tema musical, estaremos en un modo u otro.
Cómo es un poco lioso, antes de meternos de lleno en la composición en modo dórico, vamos a hacer un pequeño repaso a este a veces confuso, pero mágico y necesario, mundo de los modos (griegos)…
Importante: tienes un vídeo donde profundizo en este asunto al final del artículo. Pero es muy interesante que lo leas primero, para tener las nociones necesarias y sacarle el máximo partido al contenido del vídeo.
¿Qué es esto de los modos?
Mucha gente los llama modos griegos —o escalas griegas—, pero no son griegos. A pesar de que sus nombres (jónico, dórico, frigio, lidio, mixolidio, eólico y locrio) sí tienen ese origen. Si te interesa su evolución histórica, te invito a investigar sobre el tema en internet. ¡Es fascinante!
Estas siete escalas de siete notas (más la octava), se construyen a partir de secuencias de tonos y semitonos. Todas ellas contienen en su estructura cinco tonos enteros y dos semitonos. Pero dependiendo de cómo se distribuyan estos tonos y semitonos, obtendremos una escala u otra.
Por ejemplo: la escala mayor tiene una distancia entre sus notas de un tono, excepto entre las notas tercera y cuarta y entre las notas séptima y octava, que hay un semitono.
En la escala eólica ocurre algo parecido, la distancia entre sus notas siempre es de un tono, excepto entre las notas segunda y tercera y entre las notas quinta y sexta, que hay un semitono.
¿Cuál es la distribución de los tonos y semitonos para la escala dórica?
En la escala dórica la distribución entre sus notas es de tono, excepto entre las notas segunda y tercera y entre las notas sexta y séptima, como puedes comprobar en la siguiente imagen.
Si en una guitarra… o, mejor, en un piano, ¡que es más fácil de ver! (vamos a rendirnos ante la evidencia 😜), tocamos tan solo las notas blancas, empezando a partir de la nota C, obtendremos la escala mayor.
En cambio, si tocamos las mismas notas blancas, pero comenzando esta vez a partir de la nota A, obtendremos la escala menor o eólica. Ahora, si tocamos de nuevo las mismas teclas blancas, pero partimos de la nota D, obtendremos la escala dórica.
Quizá una duda te reconcome…
«¿Si esas tres escalas que has elegido tienen las mismas notas pero en orden distinto, en qué se diferencian?»
Buena pregunta.
¿Cuál es la diferencia clave entre los modos?
Su centro tonal, el punto de reposo: allí donde la sonoridad de una canción o rueda de acordes da la sensación de que descansa o concluye.
De esta manera obtendremos sonoridades distintas para cada uno de los modos. El reposo en la escala jónica o modo mayor, suena de forma muy clara y alegre. De la misma manera que el reposo en el modo menor, o eólico, suena definido pero con una connotación triste.
El reposo en el modo, o escala, dórica, suena relativamente parecido al modo menor, pero la sexta nota de la escala dórica —característica de este modo— le confiere una sonoridad más misteriosa o, incluso épica.
¿Qué acordes obtendremos del modo dórico para poder componer?
Para armonizar una escala, es decir, para construir acordes a partir de sus notas, sólo tenemos que hacer una cosa muy fácil.
Debemos ir apilando notas de la escala que tenemos como material —en este caso la escala dórica— separadas por terceras. De esta manera podemos conseguir acordes de tres o cuatro notas: tríadas y tétradas.
Por ejemplo, la escala dórica de D (segundo grado de la tonalidad de C), tiene las mismas notas que la escala de C mayor:
D E F G A B C D
Al ir apilando terceras desde cada una de esas notas tenemos las siguientes tíadas:
A | B | C | D | E | F | G |
F | G | A | B | C | D | E |
D | E | F | G | A | B | C |
Y por tanto, los siguientes acordes:
Dm | Em | F | G | Am | Bdim | C |
Ahora, si lo ponemos de manera genérica, la estructura de acordes del modo dórico luce así:
i * | ii | bIII | IV | v | vidim | bVII |
* Aunque los números romanos en minúscula no existen, es un sistema practico y extendido. Utilízalos para designar acordes que contengan tercera menor: los acordes menores y el disminuido.
Para que no se te atragante, voy a ponerte (como hago con mis alumnos en mis clases de guitarra online y en los talleres de ritmo y teoría) el análisis de esos acordes en modo ¡rock on! 🤘🏼
Voy a mantener en el análisis la nomenclatura del grado original. La que le correspondería a cada acorde tomando como referencia el grado de tónica —el grado I— de la tonalidad mayor a la que pertenece el modo dórico:
ii (Dm) | iii (Em) | IV (F) | V (G) | vi (Am) | viidim (Bdim) | I (C) |
¿A qué suena el modo dórico ?
Como es consabido, el modo mayor —o jónico— tiene, supuestamente, una sonoridad alegre. El modo menor —o eólico— tiene, aparentemente, una sonoridad triste.
Sin embargo, aunque el modo dórico pertenece al grupo de las escalas o modos menores, adquiere una curiosa ambigüedad al contener en su estructura un intervalo de sexta mayor. En el caso de la escala Dm dórica —perteneciente a la tonalidad de C— esa nota, en su sexta mayor, es un B.
Eso implica que (como puedes ver en las tablas), debido a esa nota sexta, el cuarto acorde sea mayor. Y eso le confiere a la escala y al modo dórico un tono más brillante, sofisticado, o misterioso y épico a la sonoridad.
Así pues, la nota que destaca y hace evidenciar el modo dórico, desde un punto de vista melódico y armónico, es la sexta de la escala.
La clave de la música modal
Por otro lado, a diferencia de la composición tonal, en el sistema modal ya no tendremos las funciones tonales de tónica, subdominante y dominante (que te sonará haber oído) y que funcionan en el modo mayor.
La clave radica en cómo se establece el sentido de centro o foco tonal armónico, y en cómo se organizan el resto de los acordes, de un tema compuesto modalmente, en torno a él.
Esto he extraído —y ordenado— de lo que me dice Mr. ChatGPT:
- Música tonal:
- En la música tonal, se establece una tonalidad o centro tonal específico, generalmente basado en una escala mayor o menor.
- La música tonal se basa en gran medida en el concepto de armonía funcional (tónica, subdominante, dominante). Donde se utilizan acordes específicos para crear tensión y resolución, reforzando en última instancia el centro tonal.
- Las escalas mayor y menor son los recursos tonales primarios y las progresiones de acordes suelen seguir patrones establecidos de armonía tonal: cadencias.
- La práctica común de la música de época, incluida la clásica, la barroca y gran parte de la época romántica, es predominantemente tonal.
- Música modal:
- La música modal se basa en modos musicales, que son escalas que derivan de antiguas tradiciones musicales.
- Cada modo tiene su propio sonido y carácter distintivo, que a menudo difiere de las escalas mayores y menores que se encuentran en la música tonal.
- La música modal no necesariamente enfatiza la armonía funcional o un fuerte sentido de foco tonal como lo hace la música tonal. En cambio, a menudo, resalta los intervalos y relaciones únicos dentro del modo mismo.
- La música modal se puede encontrar en diversas tradiciones folclóricas, música antigua, ciertos tipos de jazz y composiciones contemporáneas.
Si bien, la música tonal y modal pueden compartir algunas similitudes, como el uso de escalas y armonía, la forma en que establecen y enfatizan los centros tonales y las estructuras armónicas las distingue.
La música tonal gira en torno a la tensión y resolución de los acordes dentro de una clave. Mientras que la música modal enfatiza las características únicas de los modos individuales sin necesariamente adherirse a las convenciones de tonalidad funcional.
Acordes determinantes
Simplificando el asunto:
Ahora los acordes serán de dos tipos, aparte del primer grado del modo que usemos —que sí tiene una función tonal y será el acorde del centro tonal. Podrán ser cadenciales, los que poseen una fuerte tendencia a dirigirse hacia el primer grado, y no cadenciales el resto.
A esos acordes cadenciales los denomino, según me enseñaron, acordes determinantes. Esto lo explico profusamente en mi libro La Escala hacia el Cielo (la guía de los talleres grupales online), pero te voy a dar un par de nociones:
Para enfocar de manera apropiada el carácter de una composición en un modo determinado de la tonalidad (reposo), necesitamos una serie de referencias que eliminen la posibilidad de desviar el oído a cualquier otro modo, que posea una cualidad sonora similar.
Estas referencias son las notas que le dan una personalidad inconfundible a cada modo.
Esas notas características se hallan (a parte de en la escala del modo en el que nos queremos centrar) en la tríada o —menos potente— en la tétrada de otros acordes. Y nos ayudarán a apuntar el oído a un modo concreto de manera inconfundible; permitiendo distinguirlo de otros similares.
Los acordes determinantes (cadenciales) en tríada para el modo dórico son: el segundo grado menor, el cuarto grado mayor —acorde muy especial— y el grado bemol siete (en tétrada contendría la nota clave del dórico: el sexto grado de su escala).
Estos acordes «deberían» ocupar los tiempos débiles en el compás o los compases débiles, puesto que, como he dicho antes, tendrán una fuerte tendencia a dirigirse hacia el primer grado menor dórico y, por tanto, a estabilizar el tono.
Los grados no cadenciales serán el grado bIII y el v, que se pueden usar perfectamente, aunque no definan el modo dórico.
Un consejo de buenas prácticas:
No utilizaremos el acorde del grado vi disminuido, si no es en condiciones especiales en las que dicho acorde no imponga la tendencia de querer resolver al grado bVII.
Es imprescindible evitar cualquier movimiento melódico o armónico que haga reposar el flujo de la música sobre el séptimo grado bemol (bVII). Si no hacemos esto, todo nuestro esfuerzo para utilizar el modo dórico para componer acabará sonando a modo mayor.
La cadencia ii—v
La principal cadena de acordes cíclica que encontramos en el modo dórico es la que combina los grados primero menor y cuarto mayor (i—IV).
Que, analizada —de nuevo— desde el punto de vista de la tonalidad fuente, es la famosa cadencia ii—V.
En dicho análisis se le llama ii al grado i; y se le denomina V al grado IV, cuando se cuenta desde el modo jónico, en vez desde el segundo grado, el dórico. Pero, independientemente de la nomenclatura, son los mismos acordes. En el entorno de la tonalidad de C, por ejemplo, estos acordes serían D-7 y G7.
Es super cool la sonoridad de esta combinación: suena «bluesy», funky & soul… 🕺🏼
Lo encontraremos en muchos temas, en canciones como Evil ways de Carlos Santana. O, muy de mi gusto, en el tema de Freak Power, Turn On, Turn In, Cop Out, por ejemplo.
Ejemplos de ruedas en modo dórico para componer
Veamos ahora una progresión con tres acordes. Esta combina los grados i—bVII—IV, como por ejemplo en la canción de Chris Isaac, Wicked Games.
Una rueda con cuatro acordes sería la que combina los grados i—bIII—bVII—IV, como la que utilizó el grupo Tears for Fears para su tema Mad World. Me flipa este tema.
También, la que utiliza Harry Styles en su tema Watermelon Sugar. Combina los acordes i—v—bVII—IV.
Luego, existe una progresión que me parece mágica:
i—bIII—v—IV. Es la combinación de acordes del famoso e inspirado tema de Daft Punk y Farrell Williams, Get Lucky.
Por cierto, en la pista toca la guitarra uno de los guitarristas y productores más emblemáticos de la escena funk y soul: ¡Mr. Nile Rodgers!
Ve corriendo a escucharla. Yo, cada vez que la uso para improvisar o para hacer ritmos, me marcho de este mundo terrenal, ¡literal! 😁
Existen muchas más, pero para cerrar con broche de oro rockero y progresivo, voy a utilizar un tema super especial.
Another Brick in the Wall… el modo dórico para componer a fuego lento 🔥
Como hemos visto, componer con el modo dórico tiene sus curiosidades y especialidades. Así que, si quieres profundizar un poco más, para entender aun mejor este mágico modo y controlar las herramientas disponibles para crear canciones épicas y temas misteriosos y evocadores, te dejo el vídeo que te he prometido.
Como reza en el título de este apartado, utilizo como material de análisis el mítico tema Another Brick in the Wall part II, del genial grupo de rock progresivo Pink Floyd.
No es la primera vez que me baso en composiciones de esta super banda, debe ser ¿que me gustan?
Espero que lo disfrutes tanto como yo cuando lo emití (es un vídeo en directo en mi canal de YouTube que hice en exclusiva para los miembros del grupo privado de Telegram)
¡Hasta el próximo artículo!