Todos, en alguna ocasión, hemos oído hablar de la importancia que tiene hacer ejercicios de calentamiento y control en la guitarra.
Pero, ¿esto es así? ¿cualquier tipo de ejercicio de calentamiento y control es útil? Más importante aun, ¿hay alguna manera apropiada de hacerlos? ¿Me puedo lastimar si los hago de manera incorrecta?
Y una pregunta que me hacen de manera recurrente: «¿Existen ejercicios divertidos?»
No te preocupes, en este artículo te lo voy a dejar claro. ¡Empezamos!
[Vídeo al final del artículo]
¿Es necesario hacer ejercicios de calentamiento y control en la guitarra?
Pues sí, pero depende.
Hay gente que considera que lo primordial es tener una buena salud general física y mental.
Mantener tu cuerpo bien tonificado con ejercicio suave y continuado te proporciona la ventaja de sujetar tu cuerpo en posición correcta a la hora de trocar.
Puede evitar que adoptes vicios posturales y de ejecución que te provoquen tensiones innecesarias; que son la causa habitual de contracturas y tendinitis.
Estas dolencias, irremediablemente, afectan no sólo a tu espalda o cuello, sino, de forma refleja, a tus manos y antebrazos y, por tanto, a tu manera de tocar.
Amenazan con impedirte tocar cómodamente y, si no se atajan a tiempo, se pueden convertir en crónicos. Muy probablemente, te impedirían seguir tocando la guitarra durante largos períodos o —qué horror— en algunos casos quizá para siempre. 🙄
Por otro lado, la salud física está conectada directamente con la psique. Ya sabemos aquello de «Men sana in corpore sano»; y en este caso es completamente cierto.
Mantener el cuerpo en condiciones como estrategia habitual para que la conexión cuerpo-mente sea fluida, no excluye que debamos beneficiar a la mente de otras maneras.
El entrenamiento de las facultades del cerebro es fundamental para evitar esas tensiones de las que te hablo.
Aprender a relajarse y a liberar rigideces musculares es clave, y muchas veces es más una cuestión mental que física.
Actividades como la meditación o el yoga pueden ayudarte mucho a mantener un estado de relajación adecuado. Además, te aportarán consciencia en tus miembros y en los movimientos que ejecutas cuando estés tocando.
Entonces, ¿puedo conseguir esos beneficios con simples ejercicios de calentamiento en la guitarra?
Yo creo que sí.
Veámoslo.
Ejercita tus dedos como si meditaras…
Tuve un profesor (que con el tiempo llegó a ser un mentor), Fredi Marugán, del que aprendí muchas cosas. Las más importantes para mí tuvieron que ver —aunque te suene cursi— con el amor por el instrumento, la música y por mí mismo como canal de expresión.
Sí, así de fuerte.
Aprendí —gracias a sus enseñanzas y a mi trabajo posterior durante años— a apreciar y a emocionarme entendiendo las diferentes músicas (no sólamente el rock).
Empecé a valorarme tal como soy como músico y guitarrista y como persona, y a eliminar, aunque todavía quedan, gran parte de mis miedos a la hora de tocar en público.
También me ayudó a reconocer mis limitaciones y, más importante aun, mis virtudes.
Esto último es capital: para potenciar lo que ya naturalmente dominas. Para llegar a ser lo que puedes llegar a ser como guitarrista y músico, es necesario separar la paja del grano.
Es imprescindible (casi de cajón), aunque mucha gente no caiga en ello, conocerte bien y poner la mayor parte de tu energía en desarrollar lo que se te da bien y va contigo y tu forma de ser.
No digo que no haya que trabajar los defectos y los vicios adquiridos. Me refiero a que lo que realmente importa —y en lo que hay que poner más empeño— es conseguir y perfeccionar una manera personal y única de tocar. La tuya.
¿Y que tiene que ver esto con los ejercicios de calentamiento? Pues todo.
Las rutinas que se usan como preparación antes de tocar (en directo o antes de estudiar) deberían estar, según mi punto de vista, diseñadas siguiendo unas pautas que conecten directamente con tu forma de ver y entender el instrumento.
Si no es así, muy probablemente, tooodos esos ejercicios y rutinas de calentamiento y estiramiento pueden llegar a ser muy tediosos.
En cambio, si los creas y ejecutas sabiendo que te ayudarán, no solo a tener más flexibilidad y ligereza a la hora de tocar, evitar lesiones y mejorar tu técnica, sino a colocarte en la dirección de ser el guitarrista que estás soñando, la cosa toma otro cariz.
Con ese objetivo claro en tu mente… ¡Los harás con muchas más ganas!
Y, volviendo a lo que me decía Fredi, mi profe: si eres capaz (y lo eres) de practicar esas rutinas o ejercicios de calentamiento de manera super consciente, ¡será como si entraras en Nirvana!
Yo lo he experimentado. 😎
Es una sensación muy placentera percibir cómo todo lo que no sea lo que estás tocando desaparece: los ruidos, la voces, las cosas a tu alrededor, que se difuminan mientras tu consciencia se enfoca totalmente en tus manos y en tu guitarra.
Meditación activa, lo llaman.
Si un día que estés practicando sientes algo parecido y, de repente, una babita que se cae de tu boca sobre tu guitarra te saca del trance…
¡Estabas en el camino correcto! 😀
Concentración, la clave del éxito
Para hacer adecuadamente cualquier rutina de estudio es imprescindible tener un nivel de concentración elevado, en especial todo lo que está relacionado con los ejercicios de calentamiento y control en la guitarra.
La concentración es necesaria en todos los ámbitos del estudio que están involucrados en el desarrollo de la habilidades musicales e instrumentales, sin embargo, es a la hora de ejecutar este tipo de rutinas de calentamiento y control cuando es más necesaria la concentración. ¿Para que?
Para ser consciente de lo que haces y de lo que no haces.
Es decir, para integrar en tu manera de moverte por el mástil todo aquello que sea beneficioso para tu estilo único de tocar. Y también —muy importante— para erradicar lo problemático, lo que hace que tu sonido pueda ser sucio, impreciso o incorrecto.
Sin consciencia de lo que tocas y de los sonidos que provocas al tocar nunca conseguirás tus objetivos, sean cuales sean.
Conformarse con tocar cuatro canciones y hacer unos soletes sobre un backing track está de puta madre, ¡pero no es excusa para que lo que toques no sea correcto!
Según los cánones de tu estilo: Que suene bien, sea bueno, te flipe y guste a quien te escuche.
Bueno vale, si te gusta el punk ratonero y guarreras (con todo el respeto) ¡no estarías leyendo este artículo! 😈
La hora de la verdad
Sí, como en todo: sin acción no hay resultados. Sin pain no hay gain dicen.
Así que, esta vez, en lugar de ponerte unas cuantas tablaturas de ejemplo para que practiques (que en este caso serían infumables), te dejo un vídeo donde, con todo lujo de detalles, me sumerjo en muchos ejemplos de ejercicios de calentamiento y control en la guitarra, en su análisis práctico, en sus beneficios y en la manera de hacerlos correctamente.
Espero que disfrutes tanto como yo lo hice explicándolo y no olvides que si quieres, puedes recibir más ayuda y más consejos prácticos en mis Clases de guitarra, armonía y composición online. O también —de Octubre a Julio— en los fantásticos Talleres de Ritmo y Armonía para Guitarra que iré publicando todas las semanas. Pide información sin compromiso.
Hasta el próximo artículo.