La guitarra te ayuda a crear buenos hábitos

la guitarra te ayuda a crear buenos hábitos

Tocar la guitarra no es solo cuestión de tocar canciones o dominar escalas, acordes y riffs; es un viaje que te ayuda a desarrollar tu disciplina, constancia y creatividad: la guitarra te ayuda a crear buenos hábitos.

Por ejemplo, practicar con regularidad refuerza tu sentido del compromiso (sobre todo contigo) y de la perseverancia, del mismo modo que cualquier rutina saludable te ayuda llevar una vida más significativa.

El aprendizaje musical también fomenta la paciencia. El progreso no ocurre de la noche a la mañana (ya sabes), sino que es el resultado de un esfuerzo continuo y elegido día a día.

Al sumergirte en la práctica, experimentas un estado de fluidez similar a la atención plena (flow), donde las preocupaciones se desvanecen y sólo existe el presente.

Además, la improvisación y la composición despiertan tu creatividad y te conectan contigo mismo y con quienes te rodean.

Tocar la guitarra es más que una manera de generar sonidos emocionantes —que es asombroso—; es aprender a armonizar con el ritmo de la vida.

Para ayudarte en este proceso, aquí tienes algunos consejos prácticos que te permitirán construir una rutina de práctica efectiva, mantener la motivación y disfrutar cada paso del camino.

Para crearlos, me he basado en gran medida en el libro Hábitos atómicos, de James Clear; qué me cambió profundamente.

He extraído unos cuantos puntos clave y los he adaptado a la práctica y estudio de la guitarra. A ver qué te parecen.

¡Qué nervios! Jajaja

La guitarra te ayuda a crear buenos hábitos si sigues estos 20 consejos

Si los sigues y, sobre todo, si los adaptas e implementas… tocar la guitarra se convertirá en parte de tu vida sin que te des cuenta.

¿Cuál de estos crees que te ayudaría más?

Construcción de hábitos efectivos

  1. Coloca tu guitarra en un lugar visible: Si la guardas en su funda o en un rincón olvidado, es menos probable que la uses. Déjala a la vista para recordarte practicar.
  2. Empieza con solo cinco minutos al día: No te presiones con sesiones largas. Simplemente «toca» las cuerdas un par de minutos y continúa con un ejercicio concreto, preestablecido y de manera consciente durante tres minutos más. Hazlo todos los días para crear el hábito: sobre todo los días en que sabes que «no vas a tener tiempo» (te darás cuenta de que no es verdad, siempre puedes reservarte esos preciosos minutos para ti).
  3. Repite todos los días, aunque sea poco: Y en especial esos días que sabes que no vas a tener tiempo. No importa si sólo practicas cinco minutos. La constancia es más importante que la duración.
  4. Asocia la guitarra con otra actividad diaria: Después de tomar café o cenar, toca un par de acordes. Así la práctica se integrará en tu rutina.
  5. Enfócate en el proceso, no en la meta: En lugar de obsesionarte con «ser un buen guitarrista», concéntrate en disfrutar cada sesión de práctica. Los objetivos rígidos son contraproducentes, es preferible tener un sistema que te motive y que quieras realizar todos los días.

Mantener la motivación y la disciplina

  1. Encuentra canciones que te emocionen: No empieces con ejercicios aburridos. Toca fragmentos de canciones que te gusten, aunque sean sencillos. Poco a poco irás extrayendo de ellos ideas que convertirás en ejercicios valiosos y efectivos.
  2. No dependas solo de la motivación: Habrá días en los que no tendrás ganas de tocar. Ahí es donde entra la disciplina y la costumbre. Lo más difícil es vencer el aburrimiento. Y la voluntad sola no ayuda: se acaba.
  3. Asegúrate de que practicar sea fácil: No te pongas impedimentos que te sirvan de autoboicot. Ten siempre la guitarra afinada y lista para usar, para que no haya excusas cuando quieras tocar. Si puedes, lo mejor es que acondiciones un espacio en el que no te interrumpan.
  4. Lleva un registro visual de tu progreso: Marca en un calendario los días que practicas. Ver la racha te ayudará a seguir adelante. Compárate con el guitarrista que eras no con el que crees que podrías ser.
  5. Celebra cada pequeño avance: Lograste hacer un acorde sin que suene mal, cambiaste entre dos acordes sin pausas… celébralo. La sensación de progreso te motivará.

Superar obstáculos y recaídas

  1. Nunca dejes pasar dos días sin practicar: Saltarte un día no es grave, pero si dejas pasar dos seguidos, será más difícil retomar el hábito.
  2. Piensa como un guitarrista, no como un principiante: No digas «quiero aprender a tocar la guitarra», di: «soy guitarrista en formación». Tu identidad te ayudará a actuar en consecuencia. Lo que crees lo creas.
  3. Evita distracciones antes de tocar: Si te sientas con la guitarra pero tienes el móvil cerca, es fácil perder el enfoque. De nuevo: crea un espacio sin interrupciones.
  4. Revisa y ajusta tu rutina de práctica: Si un ejercicio te aburre demasiado o lo sientes irrelevante, cámbialo, de momento, por algo que te ayude a mejorar y te mantenga la motivación.
  5. Concéntrate en mejorar un poco cada día: Si hoy cambias un acorde un poco más rápido que ayer, ya es un avance. Pequeñas mejoras diarias generan grandes cambios.

Persistencia y crecimiento a largo plazo

  1. Aprende a lidiar con el aburrimiento: Habrá días en los que tocar escalas o repetir acordes te parecerá tedioso. Acepta que la práctica repetitiva es parte del proceso. La voluntad se acaba, recuerda. Este es quizá el punto clave que, si aprendes a gestionar, te ayudará a avanzar cada vez más rápido, fluido y con satisfacción creciente.
  2. No tengas miedo de ajustar tu método: Si un curso, app o profesor no te motiva o necesitas aprender nuevos puntos de vista, busca otro enfoque, o profesores distintos que te aporten algo diferente. No todos aprendemos de la misma manera ni a igual velocidad, ni se enseña con el mismo método.
  3. Acepta que a veces no sonará bien: Al principio, los acordes pueden trastear y los cambios serán lentos, es probable que suenes inestable y que tu guitarra parezca siempre desafinada (¡aunque la afines cada poco!). No te frustres, cada error, cada aparente fracaso es una señal de que estás aprendiendo. Confía.
  4. Haz que la práctica sea divertida: Improvisa, juega con los sonidos, experimenta con ritmos. No todo tiene que ser ejercicios estrictos, también puedes disfrutar explorando. ¡Ese espíritu de aventura!
  5. Rodéate de gente que toca guitarra: Únete a grupos en redes, en comunidades de apoyo, mira vídeos de guitarristas o encuentra amigos con quienes compartir el aprendizaje.

Espero que estos consejos te puedan inspirar y ayudar. Yo no lo tuve tan claro, tan organizado y resumido.

¡Quién sabe lo que hubiera conseguido si desde el principio hubiese tenido toda esta información!

Nunca lo sabré. Pero, de lo que si estoy seguro es de que, después de años de éxitos, fracasos y experiencias, estos consejos son una rutina muy parecida a la que intento llevar cada día.

Adáptala a tus circunstancias y cree en esto: la guitarra te ayuda a crear buenos hábitos y te facilita la oportunidad de llevar una vida más alineada con tus valores.

¡Por cierto!

Puedes ver todas las reflexiones con imágenes de la serie aquí:

Tocar la guitarra para qué.

También, puedes recibirlas todos los lunes en tu correo, para no perderte ninguna y poder comentarlas o sugerir ideas…

Además, voy a crear un librito gratuito que enviaré a toda la gente que esté en la lista de correo de mi boletín.

¿Cómo lo consigo?

Apúntate a la Newsletter 1430:

clases de guitarra online
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para poder ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a esta web o para comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Puedes revisar la política de privacidad.