Autonomía

autonomía

¿Qué es lo que necesito para que mi experiencia con la guitarra sea lo suficientemente satisfactoria; para que se convierta en algo que me aporte ratos de calidad y de disfrute; para que, de alguna manera, consiga realizarme y, sobre todo, para sentirme bien tocando y que nunca quiera abandonar; que, con seguridad, voy a encontrar con el estudio consciente y dedicado? En dos palabras: Libertad y Autonomía.

Léelo otra vez.

Sí, todo, no tengas pereza, sé paciente.

Léelo de nuevo porque existe un matiz que aclarar…

Libertad con autonomía

La libertad es la condición en la cual un individuo tiene la capacidad de actuar sin restricciones externas indebidas. Es un estado en el que se puede ejercer la autonomía.

La autonomía: se refiere a la capacidad de una persona para tomar decisiones y actuar de acuerdo con su propio criterio, valores y deseos.

Implica la autorregulación y la independencia de influencias externas en la toma de decisiones.

Una persona autónoma utiliza su libertad para tomar decisiones basadas en su propia razón y voluntad.

Por eso, la libertad sin autonomía puede resultar en una capacidad de acción sin un sentido claro de dirección o propósito personal.

Por contra, la autonomía sin libertad puede ser teórica o limitada, ya que las restricciones externas y —más graves aun— las que nos auto imponemos, pueden impedir que se ejerza plenamente.

Esto aplica al estudio consciente de las herramientas que te van a permitir tener autonomía para ser libre tocando.

Tocar la guitarra te convierte en una persona con autonomía

Tocar la guitarra está profundamente relacionado con la necesidad de desarrollar autonomía, tanto en el ámbito técnico como en el personal.

Este instrumento, al igual que cualquier disciplina creativa, exige una combinación de autodisciplina, toma de decisiones y exploración independiente para alcanzar el dominio que se busca.

Aquí te dejo cómo estos aspectos se conectan:

1. Aprendizaje autodirigido

La guitarra requiere un aprendizaje constante. Aunque puedas tener un profesor o guía, el progreso real depende de tu capacidad para practicar por tu cuenta. Esto implica decidir qué canciones aprender, qué técnicas mejorar y cómo abordar las dificultades.

Desarrollar esta autonomía te enseña a gestionar tu tiempo, establecer metas personales y evaluar tu propio avance.

2. Creatividad y decisiones individuales

Al tocar la guitarra, tienes libertad para interpretar las canciones a tu manera, improvisar o crear tus propias composiciones. Esta capacidad de tomar decisiones musicales fomenta una mentalidad independiente y fortalece la confianza en tus elecciones.

3. Resolución de problemas

Desde aprender acordes complicados hasta ajustar el tono y la técnica, el proceso de tocar guitarra te obliga a resolver problemas por tu cuenta. Este aspecto te posibilita tener una mentalidad resiliente y autosuficiente.

4. Expresión personal

La guitarra se convierte en una extensión de ti mismo. El acto de tocar te permite comunicar tus emociones y pensamientos, y este nivel de autoexpresión solo puede alcanzarse cuando te apropias del proceso creativo.

5. Responsabilidad de la práctica

La autonomía también implica responsabilidad. Tú decides cuánto tiempo dedicas a practicar, cómo manejas el desánimo ante los retos y cómo equilibras el aprendizaje con el disfrute.

Nadie más puede hacerlo por ti.

Ejemplo práctico de cómo la guitarra te da autonomía

Imagina que Álex, el guitarrista de tu historia, reflexiona sobre cómo su autonomía lo ha llevado hasta donde está hoy.

Puede recordar momentos en los que, sin guía, decidió pasar noches enteras dominando una técnica difícil o escribiendo canciones basadas en su propia experiencia.

Esa independencia no solo lo convirtió en un músico más hábil, sino también en una persona más segura y capaz de tomar el control de su vida

En resumen, tocar la guitarra no sólo afina la experiencia que disfrutas en tus ratos de ocio con tu instrumento, sino también las de la autonomía personal, enseñándote que el verdadero progreso y la autenticidad surgen de tu iniciativa y esfuerzo propio.

Cuando te sumerges —como Álex— en el estudio de la teoría musical y las técnicas de guitarra, te equipas con las herramientas para elegir qué y cuándo tocar.

Este conocimiento te abre un mundo de creatividad, dándote la capacidad de improvisar, componer y conectarte verdaderamente con lo que tú eres al expresarte a través de tu instrumento

Piénsalo: es como aprender un nuevo idioma.

Al principio, puede parecer complejo, pero a medida que practicas y entiendes lo básico, comienzas a hablar con fluidez, expresando tus pensamientos y emociones sin esfuerzo.

Lo mismo ocurre con la teoría para guitarra. Cuanto más entiendes, más libre te vuelves.

Y esto, afecta positivamente al resto de aspectos de tu vida

Tocar la guitarra puede ser tu manera de ser un poco más libre… #tocarlaguitarraparaqué #reflexionesguitarreras #freedomguitar

¡Por cierto!

Puedes ver todas las reflexiones con imágenes de la serie aquí:

Tocar la guitarra para qué.

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